CARTA A LA ESCUELA DE COMUNICACIÓN

¿Hasta cuando se puede pretender que el olvido prevalezca?
Las generaciones de estudiantes se gradúan y se van, pero siempre dejan un eco. Un mensaje que brindar. Todo este proyecto y esta carta es ese mensaje a profesores, egresados y estudiantes.
Profesores, ustedes NO son inocentes. Lo saben. No se presenten ante sus nuevos estudiantes como tal. El deber es que sean expuestos como el club de depredadores que son. Que se sepa que ante el acoso de sus colegas se han puesto y se pondrán siempre del lado del agresor.
¿Les parece demasiado revanchismo o exageración? Es esa la postura que debe tomarse frente al abuso, no la tibieza ni la excusa. Es momento de que tengan sentido critico.
A los egresados, compartan, difundan. Es comprensible que la vida adulta pese y que no haya tiempo, pero la coherencia también exige un poco de responsabilidad. No se puede criticar un sistema sin la más mínima intención de cambiarlo. Tantas asambleas, marchas, paros… algo de eso tiene que verse reflejado en acciones y exponer qué es realmente la Escuela de Comunicación es algo que está en su poder.
A los estudiantes actuales: abran los ojos. Protéjanse. Sepan en qué lugar están. Por mucha clase y prestigio que les muestren, sean conscientes de su falsedad. No están solos ni solas, pero la Escuela sí los dejará desamparados si les pasa algo. Apóyense entre ustedes. El problema sigue ahí y seguirá si no se le pone un alto. Y poner ese alto es ahora su responsabilidad.